«La valentía no siempre ruge. A veces la valentía es esa pequeña voz tranquila al final del día que dice: lo intentaré de nuevo mañana.»

Mary Anne Radmacher

El acoso escolar puede adoptar diversas formas: desde palabras hirientes hasta acciones físicas, desde exclusión social hasta abuso cibernético. Cada una de estas formas deja una huella emocional profunda en quienes lo sufren, afectando su autoestima, bienestar psicológico y salud mental.

Es crucial comprender y apoyar a aquellos que enfrentan este doloroso desafío. No debemos olvidar en el camino también a los agresores, puesto que ellos en algunos casos puede tener este tipo de actitudes debido a diferentes problemáticas que pueden existir en su entorno y no saben cómo manejarlo de forma adecuada.

 

Recomendaciones: 

  • Es importante saber brindar un apoyo a las personas que son acosadas con frases como: “estoy aquí” “puedes contar conmigo” “No se talvez por lo que estés pasando sin embargo cuentas con mi apoyo” “No estás solo” entre otras que pueden generar en ellos sentimiento de apoyo y valentía para lograr luchar contra la adversidad.

 

  • Informarles a las personas sobre cuáles son las medidas que ellos pueden tomar para lograr detener el acoso que están recibiendo, hablar es el primer paso.

 

  • No minimizar lo que ellos están pasando o sintiendo con palabras como “Solo es juego” “Todo te tomas enserio” “No hay como hacerte una broma” entre algunas otras que pueden generar en ellos sentimientos vacíos.

 

  • Es importante recordar que tanto las víctimas como los agresores merecen comprensión y apoyo. Los agresores, en muchos casos, actúan desde un lugar de dolor o confusión, y abordan las causas subyacentes de su comportamiento es crucial para detener el ciclo del acoso.

 

Así que la próxima vez que veas que alguien está pasando por situaciones similares, apóyalas y ayúdales, que el primer paso es el más valiente porque podrán romper ese silencio y ser motivación para otras personas que aún no saben o tienen miedo de hacerlo.