Desde el primero de enero hasta el 25 de septiembre de 2023, 238 vidas de mujeres han sido violentamente arrebatadas por la violencia machista en Ecuador, y la lista sigue incrementándose hasta el mes de noviembre. A partir de ello, podemos comprender que el feminicidio existe, es un problema social y no tiene distinción alguna, cuando nos referimos a feminicidio, “entendemos que es el asesinato de mujeres por razones de género, es decir por el hecho de ser mujeres, en otras palabras, el hombre frente a la subordinación de la mujer” (Argüello Veintimilla, 2017).  El 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendida y generalizada del mundo.

Testimonio:

Lamentablemente, el testimonio de esta realidad social, que muchas veces se ha naturalizado, es la muerte de la persona violentada. Dejando a familiares, bajo el dolor inmenso de la pérdida. El duelo ante un feminicidio, es un duelo no solo doloroso, sino que también lleno de enojo, culpa, vergüenza, deseo de venganza, incomprensión, frustración, desesperación, impotencia, en otros.

La historia no termina con la injusta muerte, mujeres con nombres y apellidos, con sueños, propósitos, mujeres a las cuales se les ha arrebatado su voz, necesitan justicia, para ellas y sus familias. ¿Qué pasa con los padres que esperaban a su hija en casa? ¿Qué pasa con la hija que esperaba a su madre para ser arrullada y cuidada? Indudablemente, cargan en sus hombros la tristeza infinita de no tener físicamente a su ser querido y llevan consigo el peso de los pensamientos ¿por qué?

¿Qué podemos hacer?

– Es importante que la familia permita que las autoridades sean las encargadas del caso, no tomar represalias personales, pues al encontrarse bajo una situación altamente impactante, ciertas decisiones, puede repercutir en su proceso de duelo.

– Toda la familia cercana, debe recibir apoyo psicológico, empático, respetuoso, de esa manera su duelo será transitado.

– Es importante dar atención al dolor de su pérdida y dotar de herramientas de afrontamiento a los comentarios dañinos que los medios de comunicación y personas pueden realizar sobre los hechos.

– Ofrecer el apoyo sin indagar sobre el tema, a menos que la familia lo quiera conversar, no propagar imágenes o videos que re victimicen a la persona fallecida y su familia. Es tiempo de ser compasivos, asertivos y empáticos.

En nuestra Unidad de Atención al Duelo, estamos para apoyarle en su proceso de duelo de manera gratuita. Si está atravesando por un proceso de duelo de este tipo y desea agendar una cita con nuestra especialista, le invitamos a hacer clic en el siguiente enlace.

“Nos sembraron miedo, nos crecieron alas”
Ni una menos.  #NoHayExcusas