«El legado de un padre vive en los corazones y las vidas de sus hijos, dejando huellas eternas de amor y sabiduría.»
Donna Hedges

El duelo es un proceso normal, que se presenta comúnmente a lo largo de la vida en mayor o menor intensidad. No solamente las grandes pérdidas, como la muerte de un ser querido, la pérdida de la salud o del trabajo generan dolor, sino también la pérdida de otro tipo de situaciones o cosas queridas, como una amistad, un objeto de valor, un libro apreciado o incluso una época de nuestras vidas.

En esta ocasión, vamos a compartir algunos puntos importantes sobre el proceso de duelo que se experimenta tras la muerte de un padre, así como ofrecer algunas sugerencias prácticas para afrontar esta experiencia, con la esperanza de que sean útiles tanto para el lector como para sus seres queridos.

El fallecimiento de un padre es una pérdida vital absolutamente irreparable. Vamos a sentir tristeza por lo vivido o nostalgia por lo que nunca sucedió o por lo que nunca fue. Si nuestro padre era cercano y cariñoso, vamos a recordar todo lo que nos dio, lo que hizo por nosotros/as. Su trabajo, sus esfuerzos, sus palabras y consejos para que fuéramos felices y personas de bien. Entonces, quizás pensemos que nos faltó mayor reciprocidad y que no correspondimos de forma adecuada a eso que nos dio.

Por otra parte, si la relación con el padre no era buena o no existía, pueden generarse pensamientos de culpa y aflicción, principalmente porque ahora no es posible acercarnos físicamente o estar con él y resolver los conflictos y pendientes. 

Sin embargo, esta experiencia, como la anterior, se vuelve una oportunidad de crecimiento y de transformación personal, que nos permita acomodar esta relación distante o ausente de nuestro padre en un lugar distinto y más saludable, que nos impulse a crecer. 

¿Cómo laborar el duelo por el fallecimiento de un padre?

Para laborar el duelo por el fallecimiento de un padre, es necesario reconocer la pérdida y el dolor que conlleva. Es crucial entender que cada persona necesita tiempo para asumir la pérdida y que su forma de llevar el duelo debe ser respetada tanto por ellos mismos como por las personas que les rodean.

Es importante trabajar en la reconciliación con el recuerdo del padre y la relación que se tuvo con él, sin importar cómo haya sido. Esto implica cerrar un ciclo, despedirse, expresar gratitud por lo que se recibió o no se recibió, y resolver asuntos pendientes o inconclusos, como expresar el cariño que no se pudo manifestar. Para lograrlo, es fundamental recordar al padre como una persona completa, con sus valores, defectos, fortalezas, carencias, su propia historia y legado, de manera que se pueda integrar su recuerdo de una manera saludable.

Algunas sugerencias prácticas para vivir e integrar la pérdida de un padre

      • Permítete sentir: El duelo es una experiencia única y personal. Acepta todas las emociones que surjan, desde la tristeza y el dolor hasta la rabia y la confusión. No te juzgues por lo que estás experimentando, ya que todas estas emociones son normales y forman parte del proceso de duelo.

      • Cuida de ti mismo: El duelo puede ser agotador tanto física como emocionalmente. Prioriza tu bienestar descansando lo suficiente, alimentándote adecuadamente y buscando apoyo en amigos y seres queridos.

      • Honra su memoria: Encuentra formas significativas de recordar y celebrar la vida de tu padre. Crea rituales o ceremonias que te ayuden a mantener su recuerdo vivo, como visitar su lugar favorito, escribirle una carta o participar en actividades que eran importantes para él. Estos actos pueden brindarte un sentido de conexión y alivio emocional.

      • Da tiempo al tiempo: El duelo es un proceso que requiere tiempo. Al principio, es posible que te sientas abrumado y pienses que nunca superarás esta pérdida. Sin embargo, con el paso del tiempo, las heridas comenzarán a sanar. Permítete vivir el duelo a tu propio ritmo y date permiso para seguir adelante cuando te sientas listo. No hay una línea de tiempo predefinida, cada persona tiene su propio proceso único.

      • Mantén la conexión emocional: Aunque tu padre ya no esté físicamente presente, su legado y su influencia continúan vivos en tu corazón y en tu vida. Mantén viva la conexión emocional a través de recuerdos, fotografías, historias compartidas y manteniendo vivas las tradiciones familiares. Encuentra consuelo y apoyo en comunidades en línea o grupos de duelo, donde podrás compartir tus experiencias y conectarte con personas que están pasando por situaciones similares.

    La pérdida de un padre es un evento impactante el cual necesita de la atención necesaria para sobrellevarlo de una forma sana.

    Desde la Unidad de Atención al Duelo de Funeraria Jaramillo te deseamos un ¡feliz día del padre!, recuerda que no estás solo/a y estamos para acompañarte en este proceso.