“Las lágrimas derramadas por otra persona no son un signo de debilidad. Son un signo de un corazón puro”
-José N. Harris-

Para Llacer & Trejo (2021), sentirse triste tras la pérdida de un ser amado es común, debido a que todos los recuerdos, actividades o planes que previamente se dialogaron llegaron a su fin; no obstante, el duelo presenta dos grandes efectos estresantes; uno de ellos es adaptarse a la vida con la ausencia del ser amado y la segunda identificar la propia mortalidad llegando a cuestionarla por la situación de pérdida.

En la actualidad, existen algunas funerarias que preparan a los dolientes para enfrentar este tipo de situaciones, debido a que varias personas expresan a nivel emocional una sobrecarga de lo que está sucediendo llegando a caer en un estado de depresión; y es ahí donde el profesional de la salud mental juega un rol importante para poder enfrentar conjuntamente con el paciente la crisis que está atravesando, pues existen diversos tipos de pérdidas como por ejemplo: relacionales, en las que se encuentran los seres que conforman la misma familia; pérdidas intrapersonales, aquellas tienen una relación con la pérdida de alguna de las partes del cuerpo; así también, se encuentran las pérdidas evolutivas, refiriéndose al abandono en alguna de las etapas de niñez, adolescencia, vejez). (Falagán, 2014)

A continuación, se detalla algunas características que se presenta en caso que la persona muestre signos de depresión frente al duelo:

Nota: Adaptado de “El duelo diagnóstico, abordaje del duelo normal y complicado” por Falagán (2014).

 

Referencias

Falagán, N. (2014). El duelo diagnóstico, abordaje del duelo normal y complicado. Alicante: Cantabria.

Llacer, L., & Trejo, L. (2021). Factores de protección de duelo complicado en dolientes de primer grado: atención al presente y autocompasión. REVISTA PSICOLOGÍADE LA SALUD, 8(1), 114-121. doi:http://doi.org/10.21134/pssa.v9i1.709