Los afligidos no estamos solos. Pertenecemos a la compañía más grande del mundo, la compañía de aquellos que han conocido el sufrimiento
(Helen Keller).

El duelo puede presentarse en distintas etapas de la vida de una persona, considerando que son múltiples las causas de la muerte y los lazos que el individuo va formando durante su vida (Flórez, 2002).

Específicamente, en edades adultas se presentan momentos cruciales, donde las personas se encuentran en el pico más alto de productividad, responsabilidades y establecimiento de vínculos efectivos en la mayoría de los casos, entre estos momentos se resalta: el inicio del trabajo, formación de una pareja, el nacimiento de los hijos, así como, cambios bruscos que implican distintas circunstancias laborales y cambios en las relaciones (Gamo y Pazos, 2009). Por ello, el duelo en esta etapa del desarrollo podría implicar una crisis que antepone una inflexión y un replanteamiento sobre el sentido de vida.

Asimismo, en palabras de Gamo y Pazos (2009) durante la adultez se pueden presentar diferentes tipos de duelo, considerando la mayor adquisición de compromisos sentimentales y vínculos formados con la red de apoyo, que además, afectan drásticamente al doliente e incluso se puede generar un duelo complicado, como los siguientes:

  • Duelo por la muerte de los padres: se relaciona con sentimientos de dependencia, ambivalencia o necesidad de cuidados, por lo cual, aparece el sentimiento de orfandad y soledad que produce un profundo malestar emocional.

  • Duelo por los hijos: el impacto de este es significativo en la edad adulta, ya que implican la ruptura física de los vínculos afectivos más representativos que las personas desarrollan a lo largo de su vida.

  • El duelo por viudedad: el fallecimiento del cónyuge interrumpe un proyecto de vida en común y altera el curso de las actividades del doliente, por ende, se considera uno de los más complicados de asumir, agravándose si el vínculo fue problemático.La Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2012), indica que en la adultez es importante considerar las siguientes pautas para elaborar un duelo sano frente a la ausencia de personas significativas:

    • Hablar sobre la ausencia del ser querido.

    • Aceptar los sentimientos.

    • Cuidar la salud física y mental.

    • Cuando éste preparado/a rememore y celebre la vida de su ser querido.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Asociación Americana de Psiquiatría [APA]. (2012). El duelo: Cómo sobrellevar la muerte de un ser querido. https://www.apa.org/topics/families/duelo
  • Flórez, S. D. (2002). Duelo. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 25, pp. 77-85).
  • Gamo, E., y Pazos, P. (2009). El duelo y las etapas de la vida. Revista de la asociación española de neuropsiquiatría, 29(2), 455-469.