Después del fallecimiento de un ser querido, el doliente puede experimentar sentimientos negativos que afectan su bienestar y desempeño en distintas actividades de la vida cotidiana. Por ello, resulta de gran relevancia que la persona pueda expresar sus emociones y pensamientos de forma adecuada.

A continuación, se presentan algunas actividades prácticas que pueden ayudar a exteriorizar y manejar las emociones, así como los sentimientos.

Previamente busque un lugar libre de distracciones (ruido) y procure mantener la concentración.