Los animales de compañía o las mascotas desempeñan un rol fundamental para las personas, porque ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reducen la sensación de soledad e incrementan el sentimiento de intimidad y se convierten en un miembro más de la familia.

La sociedad en general no acepta el hecho de que alguien que ha perdido una mascota pueda pasar por un duelo, pues desconocen el vínculo que fue creado entre los propietarios con sus animales de compañía y piensan en la perdida material, que podría ser remplazada fácilmente. Es por ello, que la mayoría de personas no aceptan su dolor por temor a que los juzguen o por vergüenza.

IMPORTANTE

 

 

El dolor que se siente por la pérdida de una mascota puede ser totalmente equiparable a la experiencia vivida cuando fallece un ser humano cercano. Nos sentimos totalmente devastados cuando la mascota que nos acompañó a lo largo de nuestras vidas parte. Lo más difícil de sobrellevar en esta clase de duelo es la sensación de desconsuelo al saber que ya no estará más y tener que vivir con todo el apego que se le tuvo a ese compañero fiel.

 La muerte de un animal de compañía duele porqué normalmente en esta relación desde el vínculo emocional es bastante pura pues no hay chantajes, reproches, sino que al contrario es una relación en la que solamente suele haber amor, fidelidad y agradecimiento.

 

 

 

 

Tener en quien confiar, con quien desahogar y compartir nuestro sentimiento, ayuda a conseguir más pronto el alivio. Siempre es benéfico hablar, expresar y confiar en otro.

NOTA TERAPÉUTICA

REALICE :algo positivo que ayude a otros animales o al medio ambiente, plante un árbol, o haga alguna donación a cualquier entidad protectora de animales esto le ayudará a elaborar el dolor, conmemorar la memoria de su mascota y convertirse en un regalo para todos.