La forma en la que comprendemos el proceso de la muerte y la manera de abordar el duelo, está directamente relacionada con la cultura, y ha sido modificada por diversas creencias, de acuerdo con las diferentes épocas que ha atravesado la humanidad.

Uno de los objetivos científicos en la elaboración de un duelo sano es reorientar falsas creencias que dificultan la expresión de emociones y sentimientos.

Algunas CREENCIAS FALSAS más comunes son:

  • -Es falso creer que en un corto período se estará bien emocionalmente, sin sufrir, sin que la herida del alma duela.
  • -Es falso creer que la ausencia de sufrimiento intenso significa estar bien o que la persona ha superado el duelo, por lo contrario se habla de un duelo congelado.
  • -Es incorrecto pensar que está mal reflexionar, hablar, o recordar algún tema sobre el ser querido, porque algunas personas creen erróneamente que la persona se hace más daño.
  • -Es incorrecta pensar que los más jóvenes de la casa, no pasan por el duelo de un ser querido, y por tanto es falso disimular pareciendo estar fuertes, cuando en realidad lo que se está haciendo es ocultar el dolor y la reprensión de emociones y sentimientos negativos.
  • -Es incorrecto pensar que prontamente se debe desvincular del ser querido, y prontamente aceptar que ya no está.
  • -Es incorrecto creer que dormir con luz encendida, televisor encendido nos acompañarán en el proceso y así no se sentirá miedo.
  • -Es falso creer que al guardar todas las fotografías, no dejar nada visible del ser querido, ayudarán a sanar prontamente, a esto se denomina una conducta desadaptativa.
  • -Es falso creer que no se debe llorar porque el ser querido no descansa, al contrario el duelo en silencio lacera más el alma.

En efecto el duelo es un indicar de amor hacia la persona fallecida, no hay amor sin duelo. Por doloroso que resulte, si la muerte no nos arrancara a los seres queridos, si viviéramos indefinidamente, la vida perdería su color, moriría la solidaridad ante la vulnerabilidad ajena.