Celebrar Año Nuevo y las reuniones de fin de año son muy importantes para mantener nuestros vínculos sociales activos; sin embargo, la presión por participar de todos los eventos y organizarse bien, puede generar ansiedad.

Para la mayoría de las personas, este año ha sido muy complejo a nivel mundial, durante este tiempo hemos acumulado tensión física y psicológica por muchos factores, como la economía, la falta de trabajo, dificultades de salud, aislamiento social, el sentimiento de soledad y especialmente el fallecimiento inesperado de seres queridos.

Estos factores probablemente se acentúan con la llegada del fin de año, ya que las personas deciden realizar un balance mental sobre como transcurrió el 2020, las fortalezas y debilidades que atravesaron durante los 365 días lo que suele traer presión, preocupación, negativismo y desesperación por mejorar aspectos de la vida.