En fechas tan especiales como la Navidad es muy importante ser comprensivo y respetuoso con uno mismo, permitiendo sentir el cariño de los allegados y la gratitud de saber que han podido disfrutar de muchos buenos momentos con la persona que ya no está.

Para muchas personas la Navidad se trata de una época asociada a la alegría, la ilusión y el deseo por compartir con los demás. No obstante, el fallecimiento de un ser querido implica una experiencia muy diferente, llena de ausencia y la vivencia de emociones como la tristeza, apatía, rabia o incluso culpa.

De esta forma, la Navidad pasa a convertirse en un periodo en el que el abandono de cualquier tipo de celebración, o el sentimiento de obligación de mantener las reuniones y cenas familiares, dan lugar a una experiencia silenciosa de duelo, capaz de generar un gran malestar en las personas afectadas.

PREGUNTAS FRECUENTES POR LOS PACIENTES

  • ¿Se puede celebrar Navidad cuando el fallecido aún no ha cumplido el primer año de su ausencia?

Si este año ha fallecido alguien cercano muy importante, es necesario continuar con las tradiciones familiares para celebrar fechas importantes como navidad o fin de año, ya que permiten que al doliente familiarizarse con una nueva realidad. Sin embargo, es necesario incluir una nueva forma de celebración en la que se honre la memoria del ser querido, por ejemplo escribiendo un mensaje o una plegaria, colocando una vela por su memoria.

  • ¿Ayuda no celebrar como tampoco reunirse con familiares en la celebración de la Navidad?

Es normal sentirse afligido y sin motivación para realizar alguna actividad. La necesidad de protegerse del dolor y negarse a celebrar una fecha especial es porque hay demasiada ausencia, recuerdos, por lo que muchas prefieren borrar la Navidad.

La mejor forma de elaborar un duelo sano es aceptando la ayuda y acompañamiento de los demás. Se puede pasar la Nochebuena o el día de Navidad con los familiares más allegados, que puedan comprender el dolor y controlar la euforia de la alegría y emoción.

  • ¿Se debe evitar llorar en presencia de familiares durante la celebración de la Navidad?

Hay familias en las que no se puede hablar del fallecido porque no ha habido hábito, ninguna educación emocional de comentar lo que uno siente, y eso supone un sufrimiento.

Es importante intentar construir una Navidad a la medida de lo que la persona necesite. La mejor manera es comunicar lo que se siente y piensa. Una de las técnicas más recomendadas es “tiempo fuera”, la persona que se siente devastada puede levantarse de la mesa e ir a un lugar donde pueda por un momento desahogar su tristeza a través del llanto, luego debe incorporarse con los demás.

También es necesario conversar de temas prácticos y contar buenas noticias como por ejemplo cuestiones como las comidas, algún logro durante la semana, contar alguna anécdota entre otras. Es fundamental evitar aislarse y negar cualquier tipo de acompañamiento. Así como, permitirse sentir plenamente la tristeza, la rabia o la culpa por la ausencia y llorar cuando lo necesite, porque negar u ocultar las emociones añadirá sufrimiento.