La pérdida de un hijo es uno de los duelos más difíciles de elaborar y una de las experiencias más dramáticas con las que se puede enfrentar el ser humano.

Es evidente que vivir la muerte de un ser querido es uno de los hitos más traumáticos, dolorosos y difíciles de superar; muy especialmente el fallecimiento de un hijo, ya que la mayoría de los padres tiene contemplado morir antes que ellos, según un ciclo cronológico.

Los padres que han perdido un hijo presentan seis características principales comunes en el proceso del duelo:

  • La promesa de no olvidar nunca al hijo.
  • El deseo de morir.
  • Una revitalización de las creencias religiosas.
  • Un cambio de valores.
  • Una mayor tolerancia.
  • La sombra de dolor.

IMPORTANTE: Cuando la pérdida del hijo es súbita puede resultar muy traumática, especialmente si es por accidente o suicidio.

Sean cuales sean las circunstancias, la muerte de un hijo, es uno de los hechos más dramáticos y complejos al que hacer frente, porque afecta:

Es relativamente frecuente que la pareja que ha perdido un niño intente reemplazarlo inmediatamente, ya sea mediante nuevo embarazo o adopción. Este hecho puede complicar el proceso de duelo y en un futuro convertirse en un duelo patológico (Depresión, ansiedad, estrés).

CONCLUSIÓN

En el duelo paterno indica la búsqueda de significado es primordial para el proceso de reajuste después de la muerte del hijo, siendo capaces de volverse más compasivos y más fuertes, aceptando la mortalidad humana o profundizando en su espiritualidad. Incluso los padres pueden superar el sentido de vida cuando buscan su fortaleza interior, su capacidad de enfrentamiento y deciden comprometerse con la vida.

 

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